Desde pequeña he amado a los perros, fueron una gran compañía para mi familia y para mí, recuerdo que siempre que veía a un perrito en la calle me lanzaba a acariciarlo mientras que a mis papás les daba miedo que me mordieran o algo por el estilo. Sin embargo, eso nunca pasó, muchos que dicen que era suerte, pero yo pienso que es porque son el mejor amigo del hombre, son fieles y amorosos. Después de un tiempo, no volvimos a adoptar más perritos ya que teníamos que mudarnos y no estábamos tanto tiempo en la casa por lo que no recibían la atención que merecían, no obstante, cada vez que puedo intento ayudar a los perros de la calle, por tanto decidí documentar esta experiencia, en la que ayudó con comida a los perritos callejeros

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Lo primero que hice fue comprar el agua y la comida, teniendo en cuenta que fuera estándar para no hacerles daño a los perros. Al terminar salí con mis padres y hermano a buscar algunos perritos y poderles dar la comida. El primero que encontramos era ... tenía algo de sed entonces le dimos agua y comida, estaba muy feliz moviendo su cola de lado a lado. Caminamos durante 3 horas y encontramos a 5 perritos, a todos les dimos el mismo amor y atención. 

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Durante esta experiencia me sentí bastante contenta al ayudarlos un poco, ya que si bien se que no les mejore su calidad de vida d un 100%, se que al menos pude alimentarlos y darles un poco de felicidad. Mi hermano estaba algo asustado puesto que cuando nació ya no teníamos perros en casa, por tanto no se ha familiarizado mucho con ellos, pero sigo enseñando que ellos son inofensivos y que lo único que piden es amor  y atención. 

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Los resultados de aprendizaje fueron: 4 y 5

El meneo de una cola canina, es una de las más sinceras demostraciones de amor que el hombre puede recibir.

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