Probablemente te estarás preguntando ¿por qué el título de la página? Bien, sinceramente estas actividades fueron las primeras experiencias que realicé. De ellas  aprendí uno de los factores más importantes la comunicación.

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A continuación, te mostraré este tema a profundidad, para ello dividiré esta página en dos experiencias:  la primera de ellas se realizó el 25 de febrero, mientras la otra fue el 15 de marzo.

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 Nuestro profesor de inglés constantemente nos impulsaba a realizar actividades estimuladoras, creativas y claramente que involucran la segunda lengua. En esta ocasión, la actividad consistía en realizar un test de personalidad con el fin de mostrar el inglés como herramienta comunicativa. Lo primero que realizamos con mi grupo fue indagar en la página web en la que se haría el test para así poder, posteriormente, explicarles a los encuestados la metodología y demás. Después procedimos a idear la forma en la que haríamos publicidad a la actividad y finalmente llegó el día. En ese momento todos mis compañeros formaron grupos y empezaron a explicar en inglés la actividad mientras los encuestados la ejecutaban. Ahí pensé que haberme unido a dicha actividad no fue la mejor idea, pues expresarme de por sí no era mi fuerte y  tener que hacerlo en mi segunda lengua frente a un público desconocido fue algo difícil y frustrante para mí, ya que quería muchas ideas y explicaciones, sin embargo, no podía, la palabras no fluían y  podía sentir como mi  temperatura subía y por supuesto de color piel a rojo intenso.

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 Este periodo, en el que mi mente colapsaba con los pensamientos invadiéndome de forma exponencial, mi grupo entró en acción, especialmente mi mejor amiga, Gabriela Ramírez, quien me escuchó y alentó a llevar a cabo la actividad resaltando cualidades y conocimientos, que justo en ese momento,  no podía ver tras estar nublada por mis emociones. Al tranquilizarme, surgió otro inconveniente, olvidamos que manejar a los chicos no sería tan fácil, por tanto en un punto todo empezó a desorganizarse; los niños tomaron este espacio como una forma de no tener clase, perdiéndose así la esencia del mensaje que queríamos transmitir.  A pesar de esto, personalmente esta experiencia  me ayudó a trabajar en el cómo expresarme frente a otros, que como ya mencioné es de vital importancia para este programa, pero sobre todo para la vida.

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A raíz de este evento, comencé a cuestionarme sobre qué era lo exactamente me impedía comunicarme, pues no se trataba de falta de conocimiento frente a un tema o bajo cuáles circunstancias dichos pensamientos aumentaban o disminuían. Incluso, aunque no obtuve una respuesta inmediata, pues considero que ese tipo de aspectos tan subjetivos están en constante cambio, concluí que en futuras experiencias debo dejar de pensar demasiado mi entorno con el objetivo de mostrar lo que soy y compartirlo. De hecho, a pesar de todos los obstáculos tanto subjetivos como externos que se presentaron, el producto, hablando en términos de crecimiento personal, fue bastante gratificante.

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En este día, realizamos una actividad similar en la que cada estudiante debía lanzar una moneda a la fuente del colegio pidiendo un deseo y al terminar debía escribir su deseo en un mural en el que se encontraban las reglas de redacción. A lo largo de esta segunda experiencia la habilidad de comunicación en la que tan débil me sentía, comenzó a fortalecerse tras la practica. En este caso, se trataba de una expresión combinada, pues el objetivo era hacer publicidad en nuestra segunda lengua y al mismo tiempo fomentar la buena escritura sobre la construcción de deseos, en términos de reacción.

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De esta forma, en ambas experiencias sobre English Outdoors obtuve los siguiente objetivos de aprendizaje: 1,2,3, y 5. Respecto al  1-2 me enfrente a desafíos identificando mis puntos a mejorar, en el 3 practique la planificación de experiencias y por último, en el 5, todos mis compañeros, incluyéndome, dimos cuenta del trabajo colaborativo para así proporcionar una buena actividad.