El deporte es una de las cosas que más me gusta, porque mejoran la salud, el autoestima y brinda una gran alegría y adrenalina al practicarlo, funciona como una especie de motivación que nos incita a querer ser mejor cada día. Desde pequeña he practicado natación, ejercicio en casa y algunas veces básquetbol cuando salíamos a jugar en familia.

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Mi hermano menor practica fútbol, antes de la cuarentena asistía a un grupo llamado Caterpillar moto, allí entrenaba todos los domingos, sin embargo con la llegada del COVID y por ende de la cuarentena, empezaron a entrenar virtualmente, con clases de coordinación y entrenamiento físico. Mi hermano siempre me había pedido que lo acompañara a entrenar pero yo me negaba porque no sabía nada sobre este deporte, no obstante un día decidí unirme a una clase, y me gusto bastante, desde ese día tomé la decisión de entrenar con mi hermano, obvio él me lleva bastante ventaja pero me ayuda y nos divertimos bastante.

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Entrenamos en el patio, el espacio no es comparable con el de un campo claramente, pero hemos organizado y con botellas y objetos hacemos los obstáculos para hacer los ejercicios de coordinación y conducción, también con algunas canecas creamos las canchas y jugamos algunos mini partidos. Estamos esperando que la pandemia acabe para poder salir y jugar en un campo amplio, con respecto al título, debo confesar que me sentí bastante bien practicando este deporte, es muy gratificante aprender la parte de coordinación y las múltiples posiciones que existen en el campo de fútbol, bueno aún sigo trabajando en esa parte y en la de controlar la fuerza del pase. Esta experiencia me dejó ver que el fútbol es un deporte muy interesante y que va más allá de perseguir un balón, incluso es una actividad que no descartaría para entrenar como entreno natación.}

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Los resultados de aprendizaje fueron: 1,2, 4 y 5.